La nueva factura de electricidad: diseñada para confundir al consumidor
Esta mañana he recibido la nueva factura de electricidad de los últimos dos meses, y al revisarla, me he dado cuenta de grandes cambios en los conceptos facturados. También me ha llamado la atención el coste facturado, al tratarse de los meses de agosto y septiembre, meses en los que el consumo se reduce debido al poco tiempo que hemos estado por casa por vacaciones, especialmente en agosto.
El caso es que me ha dado por analizar los cambios de la nueva factura de electricidad, que en mi caso corresponde a un contrato con tarifa PVPC (Precios Voluntario al Pequeño Consumidor), con discriminación horaria, y una potencia contratada de 3.45kW.
Debo entonar aquí un mea culpa, y reconocer que a pesar de mi activismo en contra del oligopolio eléctrico, en casa de herrero cuchara de palo, y tristemente tengo contratada a Iberdrola SAU como comercializadora de último recurso, o PVPC. Creo que lo hago para mantener mi rabia hacia ellos, aunque puede que esto último sea la mejor excusa que se me ocurre para justificar semejante incongruencia. Así que no voy a ser tan incoherente como para recomendaros que os cambieis a una comercializadora de energía renovable (aunque deberíamos hacerlo todos en masa, como castigo al oligopolio) al menos hasta que yo mismo me cambie de comercializadora, que no será dentro de mucho. Prometo contarlo todo.
Pero volvamos al caso. La primera factura que recibí con el nuevo formato no ha sido esta, sino la anterior, la correspondiente al bimestre junio-julio. La anterior, la del periodo abril-mayo, tenía aun el formato antiguo, el que conocíamos hasta ahora. Vamos a comentar primero los cambios que aparecen y después analizaremos el baile de cifras.
El formato de la nueva factura eléctrica
La primera sensación al ver el formato de la nueva factura eléctrica, es que los conceptos de facturación han aumentado en número considerablemente. Además, cambia la terminología de los conceptos, lo cual complica aun mas la ya de por sí difícil tarea de comprender qué te están cobrando.
La primera en la frente
Antes separaban los conceptos de potencia y energía. Ahora no, ahora todo lo que se facture por kW o kWh lo llaman energía: primer despropósito, además, semánticamente incorrecto, ya que potencia no es lo mismo que energía, pero bueno, esto puede considerarse un tema menor. Lo que no “mola” ya de entrada es que parece que este cambio de denominación parece hecho a propósito para liar más al personal.
Te cobro más conceptos, por que tu lo vales
Segundo despropósito: peajes y comisiones por doquier. Primero te cobran un “peaje acceso potencia”, que se puede asimilar al coste fijo que te cobraban anteriormente. El margen de la comercializadora, que antes al parecer estaba incluido en el término fijo, ahora da la impresión de que lo desglosan, o eso entiendo yo, que es lo que aparece como “Comercialización”. Estos dos conceptos se cobran por kW.
Ahora viene lo bueno: si antes te cobraban la energía por los kWh consumidos, ahora esta parte te la desglosan en dos: un peaje de acceso a la energía (¿?) y a parte el clásico término de coste por energía consumida. A mi que me expliquen el sentido que tiene cobrar un peaje por “acceso a la energía”, además del propio coste de la energía suministrada. Como dicen en el anuncio,”yo, no lo veo”.
Impuestos, alquileres de usura y más impuestos
Cómo no, en una factura de electricidad que se precie no pueden faltar el impuesto sobre electricidad, de casi el 5%, que traducido quiere decir “el gobierno aquí ni pincha ni corta, porque es una empresa privada que suministra a un particular, pero me tienes que pagar un 5% adicional sobre lo que consumas, porque yo lo valgo”. ¡Ole por el Gobierno!
No contentos con ese pequeño atraco, que realizado a casi 30 millones de contratos de electricidad, proveen unos dinerillos extra al Estado que vendrán a ser aproximadamente unos 120 millones de euros sólo de contratos a particulares de menos de 15kW (si alguien tiene el dato concreto que me lo diga), ahora viene otra estafilla de la propia compañía eléctrica: el alquiler del contador.
En mi caso, se trata de un contador de doble tarifa, que tendrá un PVP aproximado de 40€, y que bimensualmente me alquilan a razón de 3.34€. Esto quiere decir, que después de dos años desde que me lo cambiaron cuando solicité el cambio a Tarifa con Discriminación Horaria, (hace ya varios años de esto, 4 o 5, no recuerdo) ya lo habían amortizado. En esos 4 o 5 años en los que he “disfrutado” de el, he pagado casi 3 contadores nuevos del mismo tipo. ¿Qué os parece la estafa de los contadores?
Para acabar, el mayor despropósito que encuentro en la factura de electricidad: cobrar el IVA al impuesto de electricidad. En efecto, seguro que no os habíais dado cuenta, pero las maravillosas comercializadoras eléctricas del oligopolio, amigas nuestras que se desviven por sus clientes, nos cobran el IVA sobre un montante en el que está incluido el impuesto de electricidad. Yo no se mucho de leyes, y menos de fiscalidad, pero me parece cuando menos abusivo el que esto sea así, y no le veo sentido económico alguno cobrar un impuesto sobre el valor añadido a otro impuesto por uso de un bien. Que algún Doctor en Fiscalidad me lo explique, porque a mi me parece una aberración.
Las cifras de mi factura. El antes y el después.
Voy a mostraros mis tres últimas facturas de electricidad, para que juntos podamos apreciar la locura del cambio, si es que no os habíais fijado ya en las vuestras, y de paso veremos cómo han ido variando los precios de los conceptos.
Porque claro, por recordaros el tema, sabéis que desde que el excelentísimo señorMinistro de Industria y Terrorismo energético, José Manuel Soria, y su equipo, encabezado por el Secretario de Estado Álvaro Nadal, el Satán de las finanzas energéticas, eliminaron las fraudulentas subastas CESUR de energía, por las que se imponían trimestralmente los precios de la misma, ahora tenemos un maravilloso sistema donde el precio de la electricidad cambia CADA HORA, y NADIE dispone de un contador de compañía preparado para proporcionar información sobre estas variaciones horarias.
Por esta razón, los consumidores pagamos en nuestras facturas un precio medio en el periodo facturado, que además está a merced de las estrategias de generación de las sociedades del oligopolio que se dedican a generar. Ejemplo: este mes me apetece que suba el precio porque necesito cash para hacer una operación de compraventa de alguna filial en no se que país de américa latina. Pues nada, chupao, ten parados los molinos eólicos, y en un mes el precio se dobla. ¿Por qué? Por que si no hay generación eólica, tienen que entrar los ciclos combinados de gas, que suelen ser los más caros.
Pero bueno, vayamos a la factura, que me enciendo y me voy por las ramas.
Como podéis ver en la tabla, la variación de los precios y demás parámetros de la factura es la siguiente:
En la tabla vemos varias cosas que llaman la atención. Para empezar, que curiosamente el precio del periodo valle ha ido subiendo en estos meses, mientras que en el periodo punta, amaga con bajar (lógico, en verano hay menos consumo en hogares por las vacaciones, y si baja la demanda, baja el precio, como debe ocurrir en cualquier mercado libre), y luego en septiembre vuelve a subir.
Como ya he dicho, que baje el periodo punta es lógico y esperable, pero que suba sin parar el precio valle… a mi me parece harto sospechoso. Si el oligopolio puede hacer que suba el precio cambiando simplemente la forma de generar, ¿por qué no hacer lo mismo en los periodos horarios donde el precio es más barato, y donde los que tenemos tarifas con varios periodos (no hablo sólo de hogares, que habemos menos, sino también en empresas, con tarifas de 3 o 6 periodos), vamos a desplazar el consumo para ahorrar más?
Esta estrategia coincide con la aparente intención del Gobierno, de subir la parte fija de la factura,en una especie de Tarifa Plana de electricidad, de forma que darían igual nuestros esfuerzos por ahorrar, ya que cada vez el peso de estos sería menor en el total de la factura.
Por lo pronto, podéis ver en el último concepto, la proporción coste energía sobre el total, que ya no llega ni al 50% de la factura, en mi caso. Todo lo demás son impuestos y peajes. Por lo tanto, yo sólo puedo implementar medidas de ahorro que afecten al consumo directamente para poder reducir mi factura como máximo poco más de un 40%. En mi caso, siempre me van a “sablar” por lo menos 40€ al bimestre en impuestos y peajes, sin consumir. Y eso que tengo una potencia contratada mínima. No quiero ver los facturones que recibís los que tenéis 5, 6 o 9 kW contratados.
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En fin, y por concluir, que seguimos perdidos y abocados a la pobreza energética. Seguimos teniendo la electricidad más cara de Europa. Seguimos teniendo un sistema eléctrico que favorece al oligopolio y que no se comporta como un mercado libre, con comportamientos en los precios que no siguen la lógica del libre mercado. Esto es debido, como sabemos, a que el grueso de los actores del mercado pertenecen a 3 compañías, tanto en la parte de generación, como en comercialización y distribución. Seguimos teniendo unos responsables políticos que deberían estar encerrados en la carcel por atentar contra los intereses de los ciudadanos, por contravenir las directivas europeas de ahorro y eficiencia energética, y por ser conocidos en el mundo entero como los ridículos ideólogos del impuesto al sol.
En resumen, hay mucho que luchar aun, compañeros, para lograr una energía más limpia, más justa y más equitativa para todos. Hace falta una limpieza a fondo de todo el sistema. Pero esto no lo va a arreglar ni el partido que gobierna, ni el que gobernó. Aunque eso ya es otro tema…
Espero que os haya gustado el artículo. Si es así, no dudéis en compartirlo en las redes sociales para que cada vez haya más gente informada de estos abusos y se sume a la lucha.
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